En este reportaje de “Ancha es Castilla-La Mancha”, el equipo del programa recorre con Tresky algunos de sus murales más reconocibles en el pueblo: retratos de gran formato, escenas cotidianas y miradas que buscan ese punto de realismo mágico en los ojos, donde a él le gusta concentrar toda la fuerza del mural. A lo largo del recorrido, el artista aprovecha para contar de dónde viene y cómo pasó de los primeros grafitis en fachadas a trabajar el muralismo de forma profesional, siempre ligado a la calle y a la gente que vive alrededor de cada pared.

El reportaje culmina en “El aguador de La Mancha”, el mural que pinta en el depósito de agua a la entrada de Quintanar. Después de casi un mes de trabajo continuo, las cámaras recogen los últimos trazos: los detalles finales del rostro, las manos, el agua y ese momento en el que Tresky se separa unos metros para ver el conjunto y firma la obra. Es un homenaje a su tierra, a la relación de La Mancha con el agua y a la gente que madruga y trabaja mientras el pueblo despierta.

En resumen, el vídeo es un pequeño viaje por algunos de sus mejores muros “en casa”, y termina justo donde tenía que terminar: en ese instante en el que “El aguador de La Mancha” deja de ser un trabajo en proceso y se convierte en parte del paisaje de Quintanar.